Habitualmente los problemas de conducta en los niños/as pueden derivar de:
  • Problemas de tipo emocional.
  • Imitación de patrones de comportamiento que provienen de sus familiares, amigos o del entorno social.
  • Falta de consenso y coherencia en las pautas educativas de los padres.
  • Origen biológico.
 Algunas de las técnicas en modificación de conducta más utilizadas son las siguientes:
Extinción/Retirada de atención
Ante las manifestaciones de gritos, rabietas u otros, dejar automáticamente de prestar atención al niño. Funciona perfectamente para las llamadas de atención infantiles.
Hipercorrección
Realizar determinada acción que no es de su agrado como consecuencia de su conducta inadecuada. Por ejemplo si tira las cosas, deberá ordenar todo lo que ha tirado y algo más.
Refuerzo diferencial
Reforzar otras conductas que pueden o no ser incompatibles con la conducta inadecuada. Existen dos modalidades. Reforzar conductas incompatibles: en lugar de pellizcar, aplaudir. Y reforzar conductas opuestas a la inadecuada: en lugar de pellizcar, acariciar.
Negociación
Consiste en el intercambio de elementos o acciones a modo de lograr que ambas partes consigan su objetivo.
Tiempo fuera
Consiste en privar al niño de todos los estímulos a los que estaba expuesto en el momento de la conducta inadecuada. Golpear el ordenador, se acabó el tiempo de ordenador.
Economía de fichas
Reforzar la conducta que queremos conseguir mediante puntos, fichas… que el niño irá acumulando hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregará el premio final. También se pueden pactar pequeños premios inmediatos para ciertas conductas deseadas al tiempo que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo importante es conseguir que el niño se dé cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios actuando de forma correcta.